jueves, 2 de junio de 2011

Fieltro

Ando enamorada de este material. Es que es maravilloso. Es dúctil a la vez que un poco rebelde, es sorprendente aunque una planee de un modo riguroso el camino a seguir cuando arma los diseños. Siempre sorprende con los resultados. A veces me recuerda la magia del horno de cerámica cuando se hace la horneada de esmaltes. Al abrir el horno, se ve un resultado que proviene de la química de los pigmentos y fundentes que mediante el calor, se transformaron en los esmaltes cerámicos. Siempre hay sorpresa. Con el fieltro algo así sucede. Con la acción del agua jabonosa y la fricción de nuestras manos que ya de por sí dan calor, se produce esa transformación sorprendente. Los colores cambian, se entremezclan y dan nuevos matices y texturas. Y además no solo se modifica el color, sino básicamente la forma!! De estar las fibras solamente "apoyadas" entre sí, entrelazadas sutilmente, secas, abultadas, vaporosas... de golpe por el trabajo de nuestras manos se convierten en una forma sostenida, estructurada ( y no por eso rígida), se achica ostensiblemente bajo nuestros dedos. Se deja modelar, se deja dar forma, se endurece.
En fin... las palabras no llegan a describir cada instante de cambio que nos ofrece esta experiencia.
Mejor me dedico a afieltrar y crear.
Hasta la próxima!

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