sábado, 4 de agosto de 2012

Historias y agradecimientos

Estaba pensando hace un rato en los inicios que tuve con el fieltro. "Erase una vez...." hace casi tres años ya, digamos en el 2009, me tocó ir a una cena con familia de los compañeros del secundario de mi pareja. Eran para mí todos desconocidos. De todos modos en un ambiente cordial, comida de por medio, la charla se fue dando y una cosa llevó a la otra y así fue que me enteré que una de las chicas hacía algo llamado Fieltro. Tenía su hija en el pelo una especie de flor de pétalos de lana y además gracias a la tecnología informática rápidamente accedí a su blog. Quedé maravillada con las fotos que desfilaban ante mis ojos. Recuerdo cuanto me llamó la atención el color y la textura de las lanas así como también la variedad de formas que lograban con ellas.
Me fui de la reunión tarde en la noche, sin saber cuan importante había sido ese encuentro para mi futuro por venir.
Al día siguiente en forma casual abro mi mail y me aparece una invitación a aprender fieltro en un seminario básico de 4 clases con Julia Rossi. No lo dudé y me anoté.
Así empecé mi caminito con el fieltro que ya se hizo sendero y quien sabe ruta o autopista.
No volví a ver a Belén Pearce de Amalana Felt, quien sin saberlo ella ni yo esa noche, nuestro encuentro fue semilla de algo tan profundo como se ha convertido hoy en día para mí, el trabajo con la lana.
Nunca pude agradecerle personalmente el hecho. Seguro no faltará oportunidad. Pero mientras tanto va este post para relatar un poco la historia.
Gracias Belén!!!

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