Llegamos al otoño. Linda estación del año, con sus días soleados y frescos. Rara época, me recuerda el futuro invierno en el cual sufro -literalmente-el frío. Por lo cual afronto el problema con mucho abrigo y en lo posible color. Es decir, calor y color, juntos para sacar e mal humor que me provocan las bajas temperaturas.
Las pantus de fieltro son increibles. Calientan el pie en el instante en que entran en contacto con el mismo. Y al caminar se siente un andar mullidito, en silencio, confortable por cierto.
Muestro unas que realicé en distitnos momentos. Para la familia y para vender.
Mis pantuflas
Las de Lolo (2 años)
Las de Lolo (3 años)
Las de Lola (2 años)
Las de Julián
Las de no sé quien porque las vendí ( a no sé quien)
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